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En los últimos años, hemos visto un creciente reconocimiento de los problemas ambientales asociados con el plástico de un solo uso. Botellas de agua, bolsas de plástico, envases desechables y pajillas son solo algunos ejemplos de productos que contribuyen a la contaminación y al daño a los ecosistemas. Afortunadamente, cada vez más personas están tomando conciencia de este problema y buscan formas de reducir su consumo de plástico y promover un estilo de vida sostenible. 

Si eres una de estas personas que busca mejorar su impacto ambiental al reducir y eliminar el plástico de un solo uso en su vida, te mostramos algunas estrategias y alternativas para lograrlo de manera exitosa y permanente.

Conciencia sobre el impacto del plástico de un solo uso

El primer paso para eliminar el plástico de un solo uso es comprender su impacto negativo en el medio ambiente. Según el Consejo para la Defensa de Recursos Naturales (CDRN), una organización sin fines de lucro basada en Nueva York, “estos productos están hechos principalmente de químicos a base de combustibles fósiles y están destinados a ser eliminados inmediatamente después del uso, a menudo, en solo unos minutos”. 

De acuerdo con cifras del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, la humanidad produce alrededor de 400 millones de toneladas de plástico al año. Algunos son importantes para la vida, como los guantes quirúrgicos de los servicios médicos, pero un 36% se usa en empaquetado, “incluidos los envases plásticos de un solo uso para alimentos y bebidas, de los cuales aproximadamente el 85% terminan en vertederos o como desechos no regulados”.

Otros desechos como las colillas de cigarrillos se constituyen como los plásticos más comunes en el medio ambiente. Así que, si quieres evitar el desperdicio y no ser parte de la contaminación incipiente del planeta, eliminar el uso del plástico de un solo uso es bastante efectivo.

Tu salud y bienestar

Pero el problema no solo es para el medio ambiente, sino para la salud en general. 

Como el plástico es muy durable, también resiste mucho a su descomposición y, su eliminación solo responde a una trituración en porciones más pequeñas. Así se crean los microplásticos. Estos penetran al cuerpo mediante el aire o la comida y se acumulan en los órganos como pulmones, hígados y riñones, tanto de adultos como de recién nacidos.

El uso de envases de plástico para alimentos y bebidas también puede tener consecuencias en la calidad y seguridad alimentaria. Los plásticos pueden liberar sustancias químicas en los alimentos y bebidas, lo que potencialmente afecta su sabor y calidad nutricional. Y de nuevo, la ingesta de microplásticos.

Por otro lado, la mala gestión de plásticos de un solo uso genera, en época lluviosa, ríos de basura y bloqueo de alcantarillas que propician un estado favorable para la reproducción de mosquitos y zancudos que propagan enfermedades como el dengue. Y cuando las personas queman la basura o viven cerca de un vertedero, respiran en el humo una variedad de sustancias tóxicas.

Reducir y eliminar los plásticos de un solo uso, ataca en cierta medida cada una de estas problemáticas. Así que tú puedes ayudar directamente a mejorar el medio ambiente y la salud en tu comunidad con las siguientes acciones prácticas.

Cambio de hábitos

Eliminar el plástico de un solo uso implica realizar cambios en tus hábitos diarios. No es fácil tomar un camino menos cómodo para realizar tus actividades de siempre, es un desafío que te tomará esfuerzo y cierto tiempo para que sea un nuevo estilo de vida. Pero con paciencia, disciplina y motivación de que estás haciendo lo correcto por el planeta, lo lograrás con gran éxito.

Algunas acciones simples pero efectivas incluyen llevar nuestra propia botella de agua, usar bolsas de tela para hacer compras y rechazar las pajillas y cubiertos de plástico en restaurantes o comida a domicilio. Estos cambios pueden parecer pequeños, pero hacen una gran diferencia cuando se convierten en hábitos arraigados.

Cuando ya hayas dominado estas acciones, puedes comenzar a pedir que otros se sumen. Como a tus restaurantes favoritos para que dejen de dar pajillas de plástico, o a tu cafetería de confianza a servirte café en tu propia taza o termo. 

Y si te sientes empoderado, siempre puedes aumentar el desafío y probar un estilo de vida de cero desechos (en inglés, Zero Waste). Esta es una filosofía que promueve el consumo responsable para no emitir ningún desecho más allá del orgánico y el que se desintegra fácilmente en el ambiente. Algunas de sus opciones es comprar cepillos de dientes de bambú y barras de champú.

 

Apoyo a iniciativas locales y marcas sostenibles

Otra acción importante que surge al hacer conciencia y estar pendiente de la calidad de tu consumo y el plástico que usas es que comienzas a ver los servicios y productos que te ofrecen las empresas y marcas. Pronto sabrás cuáles están comprometidas con la reducción del plástico de un solo uso. Al elegir estas opciones, envías un mensaje claro y poderoso: te importa el medio ambiente y la salud de tu comunidad, tanto que estás dispuesto a gastar tu dinero en un lugar que se adecue a tus principios. 

Educación y divulgación

La educación desempeña un papel crucial en la eliminación del plástico de un solo uso. Compartir información sobre los problemas asociados con el plástico y las alternativas disponibles es esencial para crear conciencia y motivar a más personas a unirse a este movimiento. Podemos organizar o compartir charlas, talleres o eventos comunitarios para difundir el mensaje y enseñar a otros cómo pueden reducir su consumo de plástico.

 

Resumen

La eliminación del plástico de un solo uso es una responsabilidad compartida que requiere el compromiso y la acción de todos. Al tomar medidas para reducir nuestro consumo de plástico y promover alternativas sostenibles, podemos marcar la diferencia y contribuir a un futuro más limpio y saludable. Cada pequeño cambio en nuestros hábitos cuenta y, juntos, podemos crear un impacto positivo duradero en nuestro entorno.

Recuerda, cada vez que elijas una alternativa sostenible en lugar de un producto de plástico de un solo uso, estás contribuyendo a la protección del medio ambiente y al bienestar de nuestro planeta y de nuestra comunidad.

En nuestras casas de infancia, aprendimos el valor de apreciar y disfrutar cada bocado en nuestro plato. Terminar todo el almuerzo o cena era una muestra de respeto por la nutrición y el esfuerzo de quienes ponían y cocinaban esos alimentos en la mesa. A medida que avanzamos en la vida, a veces se nos dificulta encontrar el tiempo para cocinar los alimentos frescos que compramos y pueden quedarse en la refrigeradora más tiempo del deseado. Sin embargo, siempre hay formas creativas de volver a abrazar esas valiosas costumbres y adoptar hábitos más sostenibles para cuidar de nuestro entorno.

En la Ciudad de Guatemala, donde la tendencia apunta a vivir en apartamentos, podemos encontrar formas ingeniosas de organizar nuestra alacena y disfrutar plenamente de las frutas y verduras que compramos. Con pequeños cambios en nuestra rutina, podemos nutrirnos mejor y disfrutar de comidas deliciosas que no solo son beneficiosas para nuestra salud, sino también para nuestro presupuesto.

Planifica tus compras de alimentos

A menudo, compramos más de lo que realmente necesitamos y, como resultado, una parte de los alimentos se echa a perder. Para evitar este problema puedes seguir los siguientes consejos:

Haz una lista de compras: Antes de ir al supermercado, planea tus comidas de la semana y compra según esas recetas. Una lista te puede ayudar a evitar las compras impulsivas y a conseguir las cantidades necesarias de cada ingrediente.

Conoce los tiempos de almacenamiento: Algunos alimentos son más perecederos que otros y tienen una vida útil más corta. Asegúrate de consumir primero los que vencen antes.

Revisa las fechas de vencimiento: Te tomará unos segundos ver que tus alimentos permanecerán frescos y adecuados para el consumo. Así evitarás duplicar tus gastos.

Almacenamiento adecuado: Algunos alimentos van en la refrigeradora, mientras que otros se conservan mejor fuera. Lee las indicaciones de almacenamiento o busca recomendaciones en línea para cada uno.

Revisa y organiza tus productos regularmente: Busca signos de deterioro en tus alimentos y retira los que estén en mal estado para evitar contaminar el resto. Organízalos para verlos fácilmente y aplica la regla de “primero en entrar, primero en salir” para consumir los más antiguos primero.

Congelación y conservas: Congela la fruta que no vas a consumir completa inmediatamente o prueba hacerla jalea. Puedes pedirle a tu figura materna o paterna, con experiencia en conservas, que te enseñe a hacerla para aprovechar tiempo de calidad con ella.

Comparte o dona alimentos: Si ya no vas a consumir la comida a tiempo, compártela con amigos, vecinos, familiares o comunidad. Asegúrate de que esté aún en buen estado al momento de entregarla.

 

Uso de residuos orgánicos para crear otros recursos

Después de seguir los consejos para comprar y consumir de manera más eficiente, te darás cuenta que también vas a terminar con desechos orgánicos porque no te vas a comer la cáscara de un limón, ni vas a tomarte el café molido que queda después de prepararte una taza. Sin embargo, puedes usar estas sobras para hacer limpiadores naturales para tu hogar. También puedes hacer té de compost con restos de té y cáscaras de huevo trituradas para enriquecer el suelo de tus plantas. Estas prácticas te permiten reutilizar los residuos orgánicos de una manera creativa y beneficiosa.

 

Restos de vegetales y frutas

Si tienes otros desechos frescos que pueden influir en el sabor de tu receta, pero no quieres tirar al bote de basura, considera hacer infusiones o té. Algunas cáscaras de frutas cítricas o hierbas, se pueden utilizar para hacer infusiones o té. Agrega las cáscaras de frutas o hierbas frescas a agua caliente y déjalas reposar por unos minutos. Esto te permitirá disfrutar de una bebida aromática y sabrosa, mientras aprovechas los restos de comida de manera creativa.

Resumen

En un apartamento en la Ciudad de Guatemala es posible disminuir los desechos orgánicos y adoptar prácticas más sostenibles. La planificación de tus compras de alimentos, especialmente de vegetales y frutas, la utilización creativa de los residuos orgánicos, la alimentación de tu mascota y el compostaje son estrategias clave para lograrlo. Al tomar medidas conscientes y responsables, no solo estarás contribuyendo a la preservación del medio ambiente, sino que también estarás creando un impacto positivo en tu comunidad y promoviendo un estilo de vida más sostenible para las generaciones futuras. ¡Comienza hoy mismo y marca la diferencia en la gestión de los desechos orgánicos en tu apartamento!

Las nuevas generaciones han sido grandes receptoras de una campaña global para proteger el medio ambiente desde las acciones personales hasta las políticas empresariales y gubernamentales de regiones completas como la Unión Europea. 

Así, no es sorpresa que escuchemos más opiniones y conversaciones sobre la importancia de la reducción de desechos, del mejor uso de los productos que consumimos y del reciclaje. Estas prácticas se perfilan como fundamentales para aumentar la armonía de la vida humana en el planeta y en su entorno local e inmediato.

Pero para que estas iniciativas puedan aportar al desarrollo de una ciudad más limpia y sostenible, tenemos que pasar a la acción, y esto es un desafío especialmente para las personas que viven en apartamentos ya que cuentan con limitaciones de espacio y recursos. 

Sin embargo, reciclar en apartamentos no es imposible. Aquí exploramos cómo puedes hacerlo de manera práctica y sencilla.

Comprender la importancia del reciclaje

El primer paso para aprender a reciclar en tu apartamento es comprender, aceptar y apropiarte de la importancia y los beneficios que esta práctica conlleva. 

El reciclaje ayuda a reducir la cantidad de residuos que terminan en los basureros municipales y en otro tipo de vertederos como ríos de aguas negras. Así ayudas a conservar los recursos naturales, a disminuir la contaminación y contribuir a la creación de un entorno más limpio y saludable para todos. 

Al reconocer el impacto positivo que el reciclaje puede tener en el medio ambiente, estarás motivado para tomar medidas en tu propio hogar.

Establecer un sistema de separación de residuos

Si ya estás convencido de que debes reciclar para mejorar tu entorno comunitario y vivir con mayor bienestar, el segundo paso es que facilites esta acción en tu día a día para volverlo un hábito que realices sin darte cuenta. 

Para esto, es necesario que establezcas un sistema eficiente de separación de residuos. Designa un área específica en tu hogar para colocar contenedores o recipientes claramente etiquetados para diferentes tipos de materiales reciclables, como plástico, papel, vidrio y metal. Asegúrate de que estos contenedores sean lo suficientemente grandes para satisfacer tus necesidades de reciclaje y colócalos en un lugar accesible y visible para que sea fácil recordar y seguir el proceso de separación.

Conocer las normativas locales de reciclaje

Cuando ya tengas un sistema y un espacio destinado al reciclaje, es fundamental familiarizarte con las iniciativas de reciclaje de tu zona y edificio de apartamentos. Actualmente la Municipalidad de Guatemala ofrece los Municentros de Reciclaje, que son espacios de recolección de residuos en diferentes puntos de la ciudad. 

Para usarlos sabiamente, debes consultar cuáles son los productos que reciben y en qué condiciones deben estar. Por ejemplo, si llevas botellas de vidrio o envases de Tetra Pak, deben estar lavados y secos. También debes consultar las ubicaciones y horarios en que puedes llevar tus residuos.

Ten en cuenta que según el centro de reciclaje a donde vayas, habrá diferentes normativas sobre los productos que puedes llevar. En general, los puntos de recolección tendrán espacio para latas y vidrio, papel y cartón, plásticos y electrónicos. 

Sin embargo, no recibirán desechos de higiene personal como papel higiénico o pañales, ni materiales orgánicos como restos de comida o servilletas. Tampoco tendrán espacio para plásticos desechables como bolsas y cubiertos, envases de duroport, envolturas de golosinas, vasos de papel, cajas de pizza o pasteles, cartones de huevos, cartuchos de tinta, mantas vinílicas, marcadores, entre otros residuos no reciclables. 

Lo más importante es que consultes sobre las opciones de reciclaje que tienes a la mano. También puedes preguntar en tu edificio de apartamentos cuál es la facilidad que te proveen para hacerlo y si existen iniciativas de vecinos para impulsar estas acciones sostenibles. Es una buena oportunidad para sumar esfuerzos como comunidad para construir un ambiente más limpio.

Reducir, reutilizar y reciclar

Recuerda que el reciclaje es solo una parte del proceso. También es esencial reducir y reusar los materiales en la medida de lo posible. Opta por productos con menos envases y elige opciones reutilizables en lugar de desechables. Por ejemplo, usa botellas de agua reutilizables en lugar de botellas de plástico desechables y lleva tus propias bolsas de tela para hacer compras.

Te aconsejamos que, para llevar esta vida sostenible a otro nivel, revises qué materiales no reciben en los centros de acopio de residuos y qué productos terminan en tu basura no reciclable. Así tendrás una lista de materiales a sustituir por otras opciones. Recuerda que la alternativa sostenible de algo que usas no tiene que ser necesariamente caro o difícil de encontrar, puede ser tan simple como cambiar las servilletas de papel por unas de tela, o llevar recipientes de vidrio para guardar las sobras de tus platillos favoritos en tu restaurante favorito.

Compartir información y fomentar la conciencia ambiental

A medida que aprendes a reciclar y adoptas prácticas sostenibles en tu apartamento, no dudes en compartir información y fomentar la conciencia ambiental entre tus vecinos y amigos. Organiza charlas o eventos comunitarios sobre reciclaje, comparte consejos prácticos en redes sociales o colabora con organizaciones locales para promover la importancia del reciclaje y sus beneficios para el medio ambiente. Cuantas más personas se sumen a estas prácticas, mayor será el impacto positivo que podremos lograr juntos.

 

Resumen

Aprender a reciclar en tu apartamento es una forma práctica y efectiva de contribuir al cuidado del medio ambiente. A través de la comprensión de la importancia del reciclaje, el establecimiento de un sistema de separación de residuos, la reducción y reutilización, la investigación de programas de reciclaje locales, el fomento de la conciencia ambiental y la exploración del compostaje, podrás marcar la diferencia y convertirte en un agente de cambio en tu comunidad. Recuerda que cada pequeño esfuerzo cuenta y, juntos, podemos lograr un futuro más sostenible para todos.